La N-acetilcarnosina (NAC) es un compuesto natural relacionado químicamente con el dipéptido carnosina. La estructura molecular de la NAC es idéntica a la de la carnosina con la excepción de que lleva un grupo acetilo adicional. La acetilación hace que la NAC sea más resistente a la degradación por la carnosinasa, una enzima que descompone la carnosina en sus aminoácidos constituyentes, beta-alanina e histidina.
La carnosina y los derivados metabólicos de la carnosina, incluida la NAC, se encuentran en una variedad de tejidos, pero particularmente en el tejido muscular. Estos compuestos tienen diversos grados de actividad como eliminadores de radicales libres. Se ha sugerido que la NAC es particularmente activa contra la peroxidación lipídica en las diferentes partes del cristalino del ojo. Es un ingrediente de colirios que se comercializan como suplemento dietético (no como medicamento) y se han promocionado para la prevención y el tratamiento de cataratas. Hay escasa evidencia sobre su seguridad y ninguna evidencia convincente de que el compuesto tenga algún efecto sobre la salud ocular.
La mayor parte de la investigación clínica sobre NAC ha sido realizada por Mark Babizhayev de la empresa estadounidense Innovative Vision Products (IVP), que comercializa tratamientos con NAC.
Durante los primeros experimentos realizados en el Instituto de Investigación Helmholtz de Enfermedades Oculares de Moscú, se demostró que la NAC (concentración del 1%) podía pasar de la córnea al humor acuoso después de aproximadamente 15 a 30 minutos. En un ensayo realizado en 2004 en 90 ojos caninos con cataratas, se informó que la NAC había tenido mejores resultados que el placebo a la hora de afectar positivamente la claridad del cristalino. Uno de los primeros estudios en humanos sobre NAC informó que la NAC era eficaz para mejorar la visión en pacientes con cataratas y reducía la aparición de cataratas.
El grupo Babizhayev publicó posteriormente un ensayo clínico controlado con placebo de NAC en 76 ojos humanos con cataratas leves a avanzadas e informó resultados positivos similares para NAC. Sin embargo, una revisión científica de 2007 de la literatura actual discutió las limitaciones del ensayo clínico, señalando que el estudio tenía un poder estadístico bajo, una alta tasa de abandono y una “medición inicial insuficiente para comparar el efecto de la NAC”, concluyendo que “un estudio más grande separado Se necesita un ensayo para justificar el beneficio de la terapia con NAC a largo plazo”.
Babizhayev y sus colegas publicaron otro ensayo clínico en humanos en 2009. Informaron resultados positivos para NAC y argumentaron que "sólo ciertas fórmulas diseñadas por IVP... son eficaces en la prevención y el tratamiento de cataratas seniles para uso a largo plazo".
La N-acetil carnosina se ha estudiado por su potencial para favorecer la salud del cristalino y la retina. Las investigaciones muestran que la N-acetil carnosina puede ayudar a mantener la claridad del cristalino (esencial para una visión clara) y proteger las frágiles células de la retina del daño. Estos efectos hacen de la N-acetil carnosina un compuesto valioso para promover la salud ocular general y proteger la función visual.
Si bien la N-acetil carnosina es prometedora para apoyar la salud ocular, es importante señalar que se necesita más investigación para comprender completamente sus efectos a largo plazo y sus posibles interacciones con otros medicamentos. Como ocurre con cualquier complemento o tratamiento, se recomienda consultar a un profesional sanitario antes de utilizar N-acetil carnosina, especialmente si se padecen enfermedades oculares o se están tomando otros medicamentos.
Además, al considerar complementar con N-acetil carnosina, es importante elegir un producto confiable y de alta calidad para garantizar la pureza y eficacia. Hay gotas para los ojos en el mercado que contienen N-acetil carnosina y, para obtener mejores resultados, es importante seguir la dosis recomendada y las instrucciones de uso.
En conclusión, la N-acetil carnosina es un compuesto prometedor con un gran potencial para apoyar la salud ocular, particularmente en la prevención y el tratamiento de enfermedades oculares relacionadas con la edad. Sus propiedades antioxidantes y su capacidad para proteger los ojos del estrés oxidativo lo convierten en una herramienta valiosa para proteger la función visual y mantener la salud ocular en general. A medida que la investigación en esta área continúa evolucionando, la N-acetil carnosina puede convertirse en un factor clave para promover un envejecimiento saludable y mantener una visión clara y vibrante.
Hora de publicación: 20-abr-2024